viernes, 19 de septiembre de 2014

Macky Corbalán: "no soy yo la que habla a través de la poesía, soy hablada por ella"

Nota y fotos tomadas del sitio de ANRED

Macky Corbalán, poeta, lesbiana y feminista, murió el pasado martes a los 51 años en Neuquén. Oriunda de la mítica ciudad Cutral Có, Macky también fue periodista, licenciada en Servicio Social y activista en el grupo Fugitivas del Desierto. Autora de una obra rigurosa. Se destaca por su impecable escritura, delicada y feroz, pero también por su compromiso político y ético. En los últimos meses Corbalán fue acosada por una enfermedad contra la que luchó hasta el final. Por Confines.
Por ANRed - Sur (redaccion@anred.org)


Reproducimos fragmentos de una entrevista para la revista digital "Confines" en el 2011, y tres poemas de su autoría:
En tus libros y lecturas se traman y tensan muchas imágenes sobre la poesía en general y tu práctica poética en particular. ¿Podrías desarrollar tu perspectiva sobre este punto y contarnos hacia dónde creés que se dirige tu poesía, qué camino elige?
• Creo –con una heterodoxa fe personal, que no busca evangelizar– en una poesía del momento, conjugada en un continuo presente. No tengo aspiraciones, no tengo objetivos ni finalidad con la poesía. Poesía es sinónimo de vida, de vida en el lenguaje; marca de intensidad suprema en el lenguaje, alejándolo de su ser primero:lenguaje del poder. Durante mucho tiempo pensé que era un arte separado de mí, y un arte en que privilegiaba la mirada. Concebía el poema como una manera de mirar el mundo y de situarse en él; aprendía de esa mirada. Después, a medida que fui creciendo en lucidez, me di cuenta de que no había diferencia entre respirar, comer, nutrirme, dormir y la poesía. Es entonces un arte orgánico, parte de mi organismo como entidad global y de todos sus aparatos.
¿Cómo fue evolucionando tu práctica de la poesía a lo largo del tiempo, y tu manera de vivir junto con eso?
• No hay ninguna decisión de mi vida que no pase por la poesía. Ella decide y, de alguna manera, me lo hace saber. Cuento una anécdota a manera de ejemplo. Tiempo atrás, estuve un par de años sin trabajo, pasándola muy mal –mi edad coincide con la generación que sufrió la flexibilización laboral de Menem, caí justo en esa época aciaga–. Trabajaba en diarios y me despidieron. Entonces, hice de todo: vendí libros por las calles, cobraba cuotas de los planes de autos, atendía en una panadería medio tiempo. Cuando estaba en esa panadería trabajando, empecé a escribir cartas de solicitud laboral con muchos destinos y me enteré de que había una posibilidad de rendir en el Poder Judicial. En Neuquén, los judiciales tienen sueldos mayores que el resto de la Administración pública. Tenía mi título de trabajadora social y me presenté junto a un centenar de personas. Rendí una serie de pruebas y me fue muy bien, aunque yo tenía mis dudas. Finalmente gané uno de los puestos concursados; recuerdo que después estuve todo un mes huyéndole al oficial de justicia que me iba a notificar del trabajo. En todo ese tiempo me empezó a acosar la idea de que si ingresaba en una estructura tan cerrada, eso iba a afectar mi poesía. Yo no tenía un trabajo fijo, no tenía obra social, no tenía nada, hasta que un día me mandaron con un policía la notificación, y me notifiqué que no, que no lo iba a aceptar. Hoy en día estaría ganando un sueldo muy bueno, pero estoy segura de que yo no sería la misma si hubiera aceptado ese trabajo. Y esa decisión la toma la poesía, no yo.
¿Todas las decisiones vitales de tu vida han estado marcadas de esa manera?
• Tengo la sensación de que la Poesía me guía a través de los textos. Como ciega, necia y sorda no me puede decir directamente: “ey, necesito de vos esto”, entonces te lo indica a través de los textos. Es en ese momento en que me doy cuenta, conscientemente, que llego a un límite, que necesito averiguar más sobre determinados temas. Esa búsqueda y reflexión me van cambiando, me van modelando, entonces, por ejemplo, me enloquezco hasta que leo todo Blanchot, o Celan, o Nelly Sachs. Después, puede suceder que creo sentir que la Poesía me pide escribir versos cortos, con mayor carga de imágenes… y así. Todo a través de la lectura, la poesía y la práctica.
Además de tu práctica de escritura como hecho vital y central en tu vida, ¿en qué otras militancias sentís que te has comprometido a fondo junto con la poesía?
• El mismo impulso me llevó a formar parte de un grupo de lesbianas feministas, como fue Fugitivas del desierto. En Fugitivas estaba fuertemente la poesía metida junto con la praxis política de acciones callejeras y de búsqueda de mayor libertad en la vida. Lo que hace poesía en mi vida en ese movimiento siempre indicando el camino de la liberación.
En general, mi idea de la poesía, que no predico ni enseño, es que es una marca de intensidad en el lenguaje; como el verde de la planta en el paisaje. Es una forma de transformar el mundo, pero no una forma cualquiera, para mí es la forma, porque se centra en la cuestión del lenguaje. El lenguaje no nos hace humanos, sino el afán por el lenguaje.
La Poesía es un centro irradiador de intensidad único, de intensidad expresiva. Hasta llego a pensar que por la Poesía podría prescindir del lenguaje tal como lo conocemo. Poesía, veo su historia y es siempre una historia alejada del poder, y no sólo eso sino sobre todo en contra, encarnizada contra el poder, contra el Orden instaurado por el lenguaje. Y sigo viendo con mucha fascinación y contento, que sigue siendo así. Me parece que todas y todos los poetas de alguna forma oscura y muy confusa entrevemos que nos sigue dirigiendo la vida, con visiones, con imágenes, con epifanías, con música, pero nos sigue impulsando hacia un abismo dichoso. Acaso el súmmun expresivo sea la iluminación, el tránsito de una cosa a otra.
La poesía, tal como la describís, irreductible a ser sólo un modo de escribir, un género o un mecanismo discursivo, encarna una pulsión vital que reafirma la diferencia entre el literato y el poeta, y complejiza el vínculo con el lenguaje. Pensar la poesía en estos términos te empuja a pensar adónde, desde dónde, hasta dónde llega. Cuáles son, si existen, sus fronteras.
• La diferencia entre el literato y el poeta está en vivir o no la pulsión vital. Si no te entregás sos un literato, no hay pulsión vital. Hay simulacro. Es como dice Meschonnic (Henri): para él la literatura es eso que asimila lenguaje y vida. Vibración vital es la poesía. Me interesa esto del antes y del después, no creo que existan en poesía estas categorías, pero si yo tuviera que inventar algo para acercarme a lo que pienso, sería decir que la Poesía opera en un exterior del lenguaje y desde ahí, como una guerrillera, una terrorista, ataca lo que tiene de hueco, de simulacro, de representación, una y otra vez. No soy yo la que habla a través de la poesía, soy hablada por ella. Decir que la Poesía me habla, es decir, la Poesía me vive.

Reproducimos algunas poesías de Macky Corbalán:

Humanos 

Leo en ellos como en páginas escritas.
Atravieso sus órganos opacos, su piel,
el susceptible hilado de los nervios.
Es lo de siempre, lo de cada época:
rencillas, acuerdos y desánimo. Una cosa
no entiendo: esa oscura,
repentina agitación
cuando recuerdan.

*** ***

La llave 

La miro con detenimiento,
con fruición. Es diferente: brilla
con luz y oscuridad, su forma
quiso parecer un corazón
pero quedó a la mitad.
Sonríe y mira.
"La llave de mi corazón" decís al
ponerla sobre mi mano,
y vuelvo a mirarla por si fuera cierto,
como si sólo debiera elegir
el momento, el modo de la entrada.
Creer en las palabras, en el
latir que las empuja hasta la dicción,
que lo que dicen es cierto,
de alguna manera.
Creer en lo que se ve, en lo que el cuerpo
recibe, agradecido, y que el sudor deja
más que sal piel adentro.
Antes que la religión, el amor
es materia de fe.

*** ***

Cutral Có 

I
Tuvo río solo por un día. Arrastró
casas, perros y
gente por kilómetros,
durante un marzo hecho
enteramente
de agua.

II
Un desierto lo rodea.
Por las noches, a un tiempo,
los pequeños animales que
lo pueblan,
abren sus ojos,
y otra luz se hace.

III
La leche por la mañana, las tizas
de colores, las rodillas dolientes, los
árboles sacudidos violentamente
en una tarde marrón de arena
y cardos rusos.
Ben Hur en la tele.
Mi temor al ridículo, sobre
el mantel de una mesa rodeada
de sonrojadas amigas calladas.

Los libros de Macky:
"La pasajera de arena" , 1992; "Inferno" , 1999; "Como mil flores" , 2007 y "El acuerdo" , 2012, son títulos de sus libros publicados.
La lista de antologías es extensa:
"Poesía en la Fisura" , por Daniel Freidemberg, 1995; "Antología de Poetas de la Patagonia" , 2006; "Poetas Argentinas" (1961-1980), 2008 y "Poesía del siglo XX"en Argentina, 2010. En preparación se encuentra una nueva selección de poetas patagónicas a punto de aparecer en España.

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