jueves, 5 de julio de 2012

Ástor , por Marcelo Leites

Esta callecita de Mar del Plata tiene ese qué se yo, viste? La foto la obruve del face de Eduardo Di Melfi,
un músico rosarino hincha de Newells a quien no tengo el gusto de conocer. Él se la regaló a Tiroloco.

ASTOR

Hay un rojo en el manzano,
pero no del sol ocultándose,
tampoco la sangre después de
haber dicho lo que esperábamos:
el fraseo final.

La sombra llega por los agujeros
de un bandoneón lejano
y se pierde con el día.

El olvido en las notas
desgarradas
por pizzicatos de violín
alucinados
donde la trombosis no llega.

Los dedos paralizados
golpean nudosos con un tenedor
los costados de la cama,
un plato humeante con olor a hospital
como una noche desterrada
a la que nadie llega.

Después no sé si fue la vida.
No habrá más fuelle ni recuerdo.
No se podrá volver con la frente marchita
a ninguna parte
porque volvimos al tango
desde tus ojos cerrados.

Hay un bandoneón que espera
el sonido que no llega,
con su fuelle roto
y no podés volver.

MARCELO LEITES
El margen de la aldea
Marcelo Leites, hombre de Concordia


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