viernes, 1 de junio de 2012

César Arbulo Ferreira: Ocho y diez (El título es lo de menos)



OCHO Y DIEZ 

Ustedes me van a perdonar, 
pero tengo ganas de confesarme 
y la excusa de la confesión 
le da un tono más compinche a estas palabras
por lo que quedo exento de rodeos y otros menesteres.
Comenzaré por decirles
que me embroma esto de estar vivo
y que los años que me separan de la muerte
me parecen un mero trámite burocrático
y que no tengo ganas de andar haciendo colas
para que del otro lado del mostrador
me atienda un subalterno
y encima me mande a quién sabe qué sección
a autentificar mis patentes de buen tipo.
Continúo confesándome
y les diré que me está rondando la idea
de acortar el tiempo de espera
(que a esta altura bien podríamos llamarle
la espera del destiempo o algo así)
y que sólo espero
que para cuando logre juntar coraje
no vengan a joderme los emisarios de ultratumba
con eso de andar ofreciéndome vidas mejores.
Y para terminar de confesarme
pongo a vuestra consideración
los métodos que hasta ahora me surgieron
para consumar el acto
o mejor dicho los que tengo más a mano:
tengo una biblia,
un cassette de música de moda,
un paquete de yerba Taragüi,
una bandera de los United States,
un boleto de metro,
una foto de Pacheco
y una carta de la última mujer que me dejó.
Les pido me ayuden a optar por el que menos duela
y a no prolongar más este suplicio;
pero apúrense, porque con esto de estar pensando
constantemente en el suicidio
se me pasó la noche, amanece
y entro a las ocho y diez a trabajar al municipio.

César Arbulo Ferreira
"El título es lo de menos" (2002)





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